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El diablo viste de prada crítica película

El diablo viste de prada cartel película Tiene cierta gracia esta comedia centrada en el glamouroso mundo de la moda. Entre sus alicientes ver a Meryl Streepen una comedia, si bien, ella que interpreta a Miranda, la directora de una afamada publicación de moda, a la que todos temen, por su carácter árido y desabrido, nada tiene de cómico. A la revista llega una chica licencia en periodismo, que pasa olímpicamente del mundillo de la moda, pero que tiene la inmensa fortuna de trabajar como segunda adjunta de Miranda.

El camino a recorrer es arduo, duro, no exento de socavones y ofensas, en un entorno hostil e inhóspito en el que Andrea se tiene que armar de paciencia para no hundirse y sacar la cabeza a flote, aguantando la presión y los malas maneras de Miranda, de cuya boca nunca salen palabras de reconocimiento. El diablo viste de prada es una comedia que peca de ñoña, con un humor bienientencionado y amoroso, indoloro, en las que los desplantes de Miranda no consiguen hacérnosla ver como una mujer odiosa y aborrecible, pues al final de la cinta tenemos ocasión de comprobar que los poderosos también lloran, y que bajo esa capa de hormigón hay un corazón que sufre y late, como el de los demás.

La elección de Anne Hathaway como Andrea es todo un acierto, pues esta chica a la que algunas voces ven como la sucesora de Julia Roberts, le da a su papel la ternura y candidez necesaria, para algodonar más la trama. El «happy end» moralizante en el que finalmente Andrea abre los ojos, y retoma su vida anterior, junto a sus amigos y su novio, es la guinda de este pastel azucarado no apto para hiperglucémicos. No creo que Meryl Streep se lleve su tercer Oscar por este papel. Prefiero a Kate Winslet en Juegos Secretos.

Verdades como puños

– A los ahorcados se les hace un nudo en la garganta.
– Igual para los perros somos cosas que tiran palos…
– Nada dura tanto como un amor imposible.
– Los avaros deberían morir de cálculos.
– El dinero no hace la felicidad porque los ricos no necesitan ser felices.
– Arrojarse al abismo es una precipitación.
– La lombriz es un animal sin pies ni cabeza.
– Nada produce tanta rabia como la mordedura de un perro rabioso.
– Los cuernos convierten la frente en una afrenta.
– El psiquiatra es un médico demente, perdón, de mente.
– Nada tiene tantos sinónimos como las cosas innombrables.
– Autobiografía de un jamón: Yo era un cerdo pero me curé.
– Las reglas sin numerar son las mejores para medir a ojo.
– Es mejor no saber como se hacen las salchichas ni las leyes.
– Un hombre sin religión es como un pez sin bicicleta.
– Así se avanza en la vida: Primero uno cree en Papá Noel, luego uno no cree en Papá Noel, y al final uno es Papá Noel.
– Primer descubrimiento en la mañana de navidad: las pilas no estaban incluidas con el juguete.
– Primer descubrimiento en la tarde de navidad: el niño tiene un juguete novedoso y notará que el padre estará jugando con él mientras el niño jugará con la caja en que vino el juguete.
– Si los borrachos estuvieran en el poder lo tendríamos todo doble.
– El seguro lo cubre todo, menos lo que pasa.
– A las cuatro de la mañana nunca se sabe si se es demasiado tarde o demasiado temprano.
– El cristianismo podría ser bueno si alguien intentara practicarlo.