Archivo de la categoría: Editorial las afueras

Lecturas 2023

Esta es la relación de las lecturas que he llevado a cabo este año (faltan de añadir algunas otras que están en curso). Lecturas de novelas, ensayos, relatos, cómic, biografías, poesía y teatro. Alrededor de un centón de obras de más de treinta y cinco editoriales. Las notas a la lectura de las obras pueden leerse en el blog.

Abecedé (Juan Pablo Fuentes; Ediciones Letraheridas)

Vanas repeticiones del olvido (Eusebio Calonge; Pepitas de Calabaza)

Hojas rojas (Can Xue; Traducción Belén Cuadra; Aristas Martínez)

El refugio (Manuel Fernández Labrada; Eutelequia Editorial)

La estación del pantano (Yuri Herrera; Periférica)

Nací (Georges Perez; Traducción Diego Guerrero; Abada Editores)

Herencias del invierno. Cuentos de Navidad (Pablo Andrés Escapa; Páginas de Espuma)

Cándido o el optimismo (Voltaire; Traducción Mauro Armiño; Austral)

Viaje de invierno (Manuel Fernández Labrada; Bukok)

Quienes se marchan de Omelas (Ursula K. Leguin; Traducción Maite Fernández; Nórdica)

El modelador de la historia (J. Casri; Piel de Zapa)

Dama de Porto Pim (Antonio Tabucchi; Traducción Carmen Artal Rodríguez; Anagrama)

El hombre que perdió la cabeza (Robert Walser; Traducción Juan de Sola; Las afueras)

Cacería de niños (Taeko Kono; Traducción Hugo Salas; La Bestia Equilátera)

Space invaders (Nona Fernández, Editorial Minúscula)

El necrófilo (Gabrielle Wittkop; Traducción Lydia Vázquez Jiménez; Cabaret Voltaire)

Las mujeres de Héctor (Adelaida García Morales; Anagrama)

El caballo de Lord Byron (Vanesa Pérez-Sauquillo; Siruela)

La ética del paseante, y otras razones para la esperanza (Luis Alfonso Iglesias Huelga; Alfabeto)

Santander, 1936 (Álvaro Pombo; Anagrama)

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El hombre que perdió la cabeza (Robert Walser)

Robert Walser es un escritor que me gusta mucho y me resulta muy inspirador. El hombre que perdió la cabeza es un relato muy corto suyo, traducido por Juan de Sola y con ilustraciones de Carmen Segovia. En este caso creo que las ilustraciones le van bien al texto, pues lo enriquecen. Un texto apto para todos los públicos, no exento de humor.

El protagonista vive tan en su mundo que acaba perdiendo la cabeza. La paradoja hoy serían esas redes que mantienen a las personas 24 horas al día hiperconectadas, siete días a la semana, y que están a su vez tan ensimismadas en su mundo digital que la realidad (y quienes formamos parte de la misma) de puro lenta y aburrida les resulta fastidiosa.

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Tú también vencerás (Jose González)

Tú también vencerás
Jose González
las afueras
Año de publicación: 2021
95 páginas

La obra literaria de Jose González presenta el aspecto de un sartal. El hilo es la memoria, las cuentas: la familia.

En Tú también vencerás, cuando el nieto refiere a su innominado abuelo una anécdota macabra, un episodio enquistado que requiere un interlocutor, su abuelo rompe a llorar. Aquel secreto guardado bajo siete llaves ve entonces la luz.

La vida del abuelo se nos refiere en segunda persona. El autor no da muchas pistas en cuanto a fechas o lugares, sabemos eso sí que hay dos colores en liza: rojo y azul. Y eso ya es decir bastante.

Vemos o intuimos cómo se gesta todo aquel horror, a pinceladas sutiles. El horror y la indiferencia a ese horror y los movimientos al frente de algunos que no pueden lidiar con la injusticia desoyendo las voces familiares, queridas, apelando a no significarse, para acabar sacándose el carnet del partido, aquel carnet, luego, junto al pecho: sube-y-baja que te recuerda -ya te pasará la factura- que estás vivo.

Luego, se abunda en aquel hecho que supuso el deshielo de la memoria del abuelo, un presente, durante la guerra, que siempre es pasado y memoria, como único asidero ante una realidad irreal por increíble. Ajusticiar a alguien por un modo de pensar. Eso es una guerra fratricida.

Los muertos en la guerra son estadísticas y los vivos son fantasmas. Quizás por eso, para que su abuelo deje de serlo, Jose (le) escribe esta novela, no para entenderlo y exonerarlo, que también, sino para aligerar su peso, si acaso la literatura es capaz de ofrecer tales dones y en ese caso, Jose servirse de ella con su prosa bruñida para alumbrar el punto ciego del error, de un horror no buscado ni deseado, pero siempre mortificante cuando anida en un alma noble.

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Azares del cuerpo (María Ospina Pizano)

Azares del cuerpo se me antoja un título muy sugerente, aunque luego la lectura del contenido de los seis relatos me lo desmiente. La colombiana María Ospina (Bogotá, 1977) debuta en la ficción con este libro.

El mejor relato es el primero titulado Policarpa. Marcela, una guerrillera fugada es acogida por el gobierno colombiano bajo un plan de reinserción y empieza a trabajar en un hipermercado. Ha tomado unas notas con forma de relato autobiográfico de sus vivencias en la selva, y trata de darle formato con la ayuda de una editora. Lo interesante viene cuando ese relato que se quiere autobiográfico, se ve enriquecido por parte de la editora que añade cosas que no pasaron y por parte de la autora que hace lo propio. Esa materia en bruto que es el testimonio acaba convertida en otra cosa, ya que se está más pendiente de la recepción del lector, que de los hechos en sí, hechos que por otra parte no son muy interesantes ya que Marcela no deja de ser más que una pieza minúscula dentro de un gran engranaje que solo se aprecia bien cuando se coge la oportuna distancia, de la que ella carece. Sobre esta base hubiera sido interesante un relato que hubiera conjugado en su totalidad los dos textos, el original y el obliterado por la editora.

De los otros cinco: Ocasión, Salvación de señoritas, Fauna de las eras, Collateral Beauty, y Azares del cuerpo no salvaría ninguno. En ellos María Ospina nos habla de una mujer que trata de salvar a una novicia (en Salvación de señoritas), una salvación que siempre es un tema delicado, pues no se sabe a menudo quién salva a quien.

La convivencia en el hogar con un sinfín de bichos, en Fauna de las eras, es el más simple y el peor relato -con formato de diario- del libro, con un chat horripilante.

En Collateral Beauty y Azares del cuerpo, tenemos mujeres muy dadas al coleccionismo, ya sean muñecas o tijeritas, personajes que se comunican algunos de ellos hoy en día curiosamente por carta, y que tal y como los desarrolla María caen, a mi parecer, en la nadería más absoluta, sin dotarlos del menor interés, ni a sus personajes, ni a sus circunstancias, con una prosa deslucida que proporciona muy pocas alegrías y bastante aburrición.

Las afueras. 2020. 172 páginas