Archivo de la categoría: 2017

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Fellini en Roma (Tyto Alba)

Entre el sueño y la vigilia Fellini sale a caminar de noche por las calles de Roma, la ciudad eterna, también un incomparable escenario, una obra de arte. Ver Roma era un espectáculo. Camina Fellini hacia la plaza de España y recuerda. Caminar por la ciudad le servía para desentrañar sus misterios y conocerla a fondo. Roma es para Fellini la Gran Madre, la que le ofrece una sensación de paz y tranquilidad, en la placenta urbana.

Vemos a Fellini principiándose en el mundo del arte, decorando escaparates. Más tarde como caricaturista. En aquel entonces el cine no le preocupaba ni ocupaba. Su objetivo era entrar en la plantilla de la revista caricaturesca Marc´Aurelio. Y a fe que lo conseguirá, codeándose con los que habían sido sus ídolos.

Fellini en Roma

Conocerá en la calle a Giulietta que trabaja en una compañía de trabajo cómico. Tras la boda y estando Giulietta embarazada a Fellini lo intercepta un camión de alemanes y se lo quieren llevar. Logra escapar y al llegar a casa, a causa del susto, Giulietta pierde al niño. Después tienen otro niño que fallece a los pocos días.

Haciendo caricaturas Fellini conoce a Rossellini y así entra el amor al cine en su vida. Rossellini un buen día se fuga, sin avisar a Anna Magnani. Hecho que Giulietta reprueba. Giulietta no es la mujer monumental, como la Diosa Ekberg, que tanto gusta a Fellini. Giulietta estaba a medio camino entre Santa Rita y Mickey Mouse. Fellini le pone los cuernos y trata de hacer con ello una película. Giulietta logra hacerle cambiar de parecer.

Tyto Alba

Tyto Alba

En los sueños comparecen Dalí, evoca sus paseos por la Villa Médici, una desafortunada visita de Ingmar Bergman, Dick Tracy (¡Cien veces más hermoso que la mejor película americana de Gánsteres), las historietas del Corriere dei Piccoli, la llegada del circo, el mito de los opuestos: el clown blanco y El augusto, los paseos con Passolini, su encuentro con el Papa Juan XXIII. Un texto que culmina con la primera palabra que decimos al llegar e irnos: ¡Mamma!

Las acuarelas de Tyto Alba, muestran una ciudad deslumbrante y luminosa, que invita a ser recorrida. Las anécdotas que refiere Fellini permite acercarnos a su universo, más humano que fílmico, en una sucinta biografía preñada de humanidad y sensibilidad, en la que los dibujos y el guion de Tyto alcanzan un perfecto equilibrio.

Muy bueno.

Fellini en Roma
Tyto Alba
Astiberri Ediciones
2017
80 páginas

Tyto Alba en Devaneos| La Vida

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2222 (P. L. Salvador)

2222 de P.L. Salvador nos sitúa en un futuro lejano que no lo parece tanto, a tenor de lo que pasa hoy en el mundo, con guerras, genocidios y escaladas bélicas sofrenadas que parecen extraídas de un gag de Gila (¿Es el enemigo?), donde se matan (de momento son ellos, pero cualquier día podemos ser nosotros también) lo justo para que no todo estalle, de momento.

El escenario en el que nos sitúa la novela es lo que sucede cuando no acontece un apocalipsis, sino una reducción drástica poblacional (eufemismo que podría reemplazar al término Exterminio). Siempre rondan estas ideas de que sobra gente y que hay que poner solución al hacinamiento. Estas ideas a menudo vienen del primer mundo, el mismo que produce, atesora, despilfarra y tira mucho de lo que produce. El problema no es solo que los recursos sean escasos, sino que a ello hay que añadir que el mercado con su lógica de la oferta y la demanda hace que mucho de lo producido vaya a la basura, se tiran toneladas de leche, se vuelcan camiones con fruta, se mandan a la basura limones porque tienen una pinta en la piel…

Volviendo al tema. Es necesario e ineludible un exterminio y habrá muertos y supervivientes. La historia nos sitúa en una casa, una plantación, una finca en Benissa (cuyo propietario es Zalt, que heredó un reino y ahora tiene un imperio), en la que conviven una célula, un grupo, una comunidad, todos ellos llamados a salvarse pues forman parte de un plan que los dejará al margen del Exterminio. ¿Pero en realidad se salvan? ¿O vivirán víctimas del remordimiento hasta su final?

El Coronel (el ideólogo) y sus preguntas actúan como lubricante. Preguntas que no necesariamente han de ser contestadas, pero que te enfrentan a algo, que sitúan un espejo delante, que obligan a posicionarte, a definirte, a ver qué hay dentro de uno mismo.

Uno de los hallazgos de la novela es el personaje de Kest, una ginoide. Mucho se hablará en el futuro de nuestra manera de relacionarnos y comportarnos con las máquinas, cuando estas sean réplicas humanas. Aquí, como Aquiles en el gineceo solicitando ser mortal y morir como tal, o como Jesús muriendo en la cruz por el perdón de los pecados (de nosotros los mortales), Kest también quiere dejar de ser sintética, quiere ser más (o dejar de ser) que una máquina y tener un corazón humano, y llorar, sentir el dolor, y la compasión, ser madre junto a Zalt (con óvulos de Rut; en un futuro que supera las relaciones de pareja y se abre a otras relaciones humamo-afectivas, geométricas, triangulares, cuadrangulares u octogonales), alcanzar lo humano, lo que nos eleva y destruye, en definitiva.

Y ante un Exterminio (que dejaría la población mundial de 22 mil millones en cuatro) no se puede hacer la vista gorda, no sirve mirar para otro lado y dejar que escampe. Por lo tanto los que viven en la plantación: Zalt, Kest, Rut, Chant, Brent, Fit, Let, Anut, El Coronel, Fliet, Yurt… llegado el momento deberán posicionarse. Al saber qué se cuece, o se resignan o se indignan. El nuevo tablero de juego después de la resaca organizadora discriminará entre Organizadores, Colaboradores, Resignados e Indignados (Activos y Pasivos). ¿En qué grupo crees que te situarías?.

Cuenta Semprún que cuando fue liberado del campo de concentración en el que estaba preso, cruzó al otro lado, llamó a un timbre, le abrieron la puerta, en alemán pidió un deseo que le fue concedido. Subió a la primera planta, miró por la ventana y vio el campo de concentración justo en frente, las chimeneas, TODO. Les preguntó a los habitantes de la casa si lo sabían, no esperó a saber si eran colaboradores, u organizadores, o resignados, indignados (parecía que no).

La historia siempre se repite y en 2024 o en 2222 siempre habrá que tomar decisiones, si lo que las alienta es la Ética mejor, sino el mundo es posible que cualquier día reviente y la Civilización sea solo un recuerdo más de un mundo preterido.

La estupenda y estimulante novela de P.L. Salvador que se nos sirve a modo de diarios eslabonados, para cifrar o historiar lo que ha sucedido; diarios de Zalt, Kest, Rut, Zalt y Fánot. Salvador hace preguntas y deja que el lector se dé a sí mismo, en privado, su propias respuestas.

2222
P. L. Salvador
Editorial Pez de Plata
2017
104 páginas

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España, la Ilustración pendiente (Luis Alfonso Iglesias Huelga)

España, la Ilustración pendiente, de Luis Alfonso Iglesias Huelga fue el Ensayo ganador del Primer Premio Internacional Diderot de Ápeiron Ediciones 2017. En el mismo, y de una manera cronológica iremos viendo los avances y frenos que el espíritu ilustrado, aplicado en la educación, desde mediados del siglo XVII hasta el fin de la Segunda República, en 1936.

El primer ilustrado español fue Feijoo (1676-1764), humanista considerado el espíritu del siglo, cuya propuesta pedagógica de naturaleza utilitarista estaba basada en la intuición, el entendimiento y la comprensión. La nueva pedagogía debía operar con el criterio de la razón frente a la falsa autoridad del error, de la superstición y de la costumbre. Autor de entre otras muchas obras de Cartas eruditas y curiosas, en las cuales abordaba temas como estimular el estudio o suprimir el terror a los eclipses.

Sarmiento, otro humanista, benedictino. Defendía la pasión por la lectura y apostaba porque en cada población con 500 habitantes hubiera una biblioteca pública. Para enseñar a los niños se debe buscar un hombre sabio, erudito, docto, pacífico y prudente, y que sepa acomodarse a la tierna edad de los niños, no con castigos y rigores, sino con halagos, cariños y premios. Contrario, tanto de los castigos corporales, como de la memorización.

Campomanes, defenderá la educación de los ciudadanos como la mejor garantía para poder inocular valores como el deber, la obediencia, el trabajo y el respeto a la autoridad y a las clases sociales establecidas. Gran impulsor de las Sociedades de Amigos del País. Sigue leyendo

Asylum

Asylum (Javier de Isusi)

Asylum, en latín asilo, del grigo ásylon, lugar inviolable.

Javier de Isusi en Asylum nos cuenta las vidas de personas de distintos países que se vieron obligadas a abandonarlos y exiliarse.

En España, después de la guerra civil, en el bando republicano, el bando perdedor, medio millón de personas hubieron de exiliarse hacia Francia. Una de ellas es Marina. El recibimiento en Francia no es tal, confinadas en campos de concentración, en una playa. Por delante el mar, por detrás una valla. El exilio es destierro y desgarro y la esperanza es el asilo. Una historia, la de Marina, que me recuerda mucho a la de Marcial, el protagonista de mi novela Muerto de risa. Porque Marina deja España para exiliarse en Francia y después volver a nacer en Venezuela y luego regresar a España, cuarenta años después, y acabar en un asilo, en donde se inicia la historia. Muchos su renacer lo tuvieron en Méjico país que siempre estuvo dispuesto a acoger a los españoles que se exiliaron.
Exiliarse es partirse en dos. Escuchemos a Eduardo Halfon.

Otros testimonios son el de la nigeriana Aina, la cual al verse obligada a casarse con quince años decide huir para ser luego explotada sexualmente; Christopher, ugandés, cuya vida corre peligro en su país por ser homosexual, huye a Kenia pero allí su situación no mejora. Sanza, congoleña, que tras ver morir a toda su familia acaba en el campo de refugiados de Goma, buscando luego llegar a Europa por Melilla. Y la mejicana Imelda de Ciudad Juárez que huye de méjico con toda su familia al ser amenazada y con serio riesgo de ser desaparecida. Las existencias de todos ellos confluyen en el comic en un mismo espacio, en una vivienda.

Asylum

Cada exiliado busca salvar la vida, y mejorarla, y ahí entran en juego los demás, nosotros, los acogedores. Llegar a España para cada uno de ellos ha sido una odisea, casi un milagro. Y para la mayoría si lo logran, si logran ponerse a salvo, sienten que no son nadie, que son invisibles. Por eso el papel tan importante que juegan organizaciones como la Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi, y cada uno de nosotros, si al mirar a un extranjero, a un exiliado, a un desterrado, somos capaces de ver a un ser humano.