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La era Obama (Noam Chomsky)

La era Obama libro Chomsky

Chomsky es el intelectual más crítico con la política exterior americana. Basando su argumentación en el principio de justicia, Chomsky no se corta ni un pelo en ir haciendo recuento de todas las invasiones, asesinatos, tropelías y demás desmanes que ha ido cometiendo el Gobierno Americano durante estas últimas décadas.
Si en los años 60 fue Vietnam, guerra con la cual Chomsky se vio necesitado a posicionarse y convertirse ya en una activista, luego vendrían la imposición de gobiernos afines en Centroamérica, engendros como Guantánamo o las invasiones más recientes de países Afganistan e Irak.
El argumento es claro; lo que hacen los demás es terrorismo y lo que hacen los americanos es lucha contra el terrorismo.
Importa poco o nada lo que les suceda a los iraquíes o los afganos o a los ciudadanos que residen en los países invadidos. Nada importan los estragos de los bombardeos, las muertes civiles, despachadas como daños colaterales.
La reiteración hasta lo obsesivo de las caídas de las Torres Gemelas en las televisiones de esta aldea global, permitió a Bush meterse de lleno en la «war on terror«, esa lucha contra el terror, que ha costado varios miles de vidas de soldados americanos y la de otras tantos cientos de miles de ciudadanos iraquíes.
EEUU en su afán por mantener la hegemonía y supremacía política con una gestión por parte de sus gobiernos horrible, y buscando enemigos por todo el planeta, solo ha conseguido desangrarse económicamente, disparar su nivel de deuda hasta niveles alarmantes, pero eso sí, manteniendo los gastos en defensa inalterables. Es preferible, parece ser, tener un gobierno potente que proteja a un pueblo empobrecido que un ejército menos fuerte que permita defender a un pueblo que mantiene y disfruta de su bienestar. Sigue leyendo

Ocio la felicidad de no hacer nada (Ulrich Schnabel 2011)

OcioEl verdadero lujo de nuestra época es el tiempo. Esto viene en la portada del libro. Un poco más arriba vemos a un dandy tumbado medio adormilado. ¿Es un vago? ¿Un sabio quizá?.
El libro lo escribe Ulrich Schnabel, que en 2008 obtuvo en Alemania el premio de mejor libro científico del año, por su obra Die Vermessung des Glaubens.
En este caso, el tema de ocio no se aborda desde una perspectiva científica. Es por todos sabido que el cuerpo y la mente necesitan descansar y que esta «sociedad de la aceleración» en la que muchos viven en las sociedades modernas, no permite el descanso adecuado. Esto sumado al afán de poseer riquezas y bienes, a la codicia, a la ambición desmedida, a confiar la felicidad en la satisfación de lo material hace que las personas no tengan tiempo para llevar a cabo una reflexión sobre la vida que llevan para luego analizar si esto es lo que desean o quieren otra vida.

Resulta curioso que en la última parte de libro, el autor dedique un capítulo titulado «Ocio para apresurados», donde resume con cuatro ideas el mensaje que se despliega en los seis capítulos del libro.
Con este libro me ha sucedido algo similiar a lo que me ocurrió al leer el libro de Carl Honoré «Elogio de la lentitud«. Me ha resultado simplón, banal y superficial. No hay nada nuevo bajo el sol y mucho oportunismo.

La sociedad moderna acelerada, el estress, la falta de tiempo, la necesidad de ser guiados en todos los aspectos de nuestra vida (de ahí el gran triunfo de los libros de autoayuda), permiten hacerse un hueco a este libro en las librerías, pero no encontramos un ensayo sesudo que aborda el porqué de esta sociedad actual, pues sería necesario entrar en aspectos psicológicos, filosóficos y sociológicos.
El autor no se complica mucho la vida, cuenta anécdotas, ilustra lo importante que es el ocio con la figura de gente famosa que presume de ser dormilona, introduce unos cuantos test para que el lector sepa si está estresado o no, y una vez leído te quedas como al principio. Algo habitual en este tipo de manuales que a priori parecen contener recetas mágicas y no son más que una ristra de obviedades. Nada tan sencillo como aplicar el sentido común en esas ocasiones en las que uno se siente desbordado, y dedicar un par de minutos a ver qué es lo que está fallando.

En un modelo económico como el actual, basado en el consumo y la productividad, en ganar lo máximo posible para gastar lo máximo posible, dedicar el tiempo a actividades no lucrativas, a reflexionar, pensar, caminar, ver puestas de sol, contemplar como crecen las flores, dejar parte de nuestro tiempo al ocio, al no hacer nada de nada, simplemente estar, en algunas partes de esta planeta es una utopía. No obstante creo que todavía en España ese espíritu Mediterráneo, epicureo, del buen vivir, de la fiesta, el comer y el beber permite que todavía hoy seamos capaces de disfrutar de las pequeñas cosas, esas que no generan valor económico, que no forman parte del PIB, que no hacen crecer nuestro país, en términos económicos, pero que son las únicas que valen de veras la pena.

Si esto es un hombre (Primo Levi 1947)

En este libro, Si esto es un hombre, que junto a La tregua y Los Hundidos y los Salvados conforman la trilogía del Piamontés Primo Levi sobre los campos de concentración, el autor afirma que de no haber pasado por Auschwitz no hubiera sido luego escritor y se hubiera dedicado a la química que era su profesión. Tras ser internado en el campo de concentración de Buna-Monowitz, Levi, a pesar de saber que se la está jugando, decide anotar todo cuanto ve. Saben que los que allí están, practicamente todos, o salen del campo «por la chimenea» o bien mueren por enfermos, al tocar una valla eléctrificada tratando de escapar o por el antojo de algún SS de gatillo rápido, pero se ve en la necesidad de dejar constancia de lo que ve, para si consigue sobrevivir, como fue su caso poder contarlo al mundo.

Hemos visto imágenes sobre los supervivientes de los campos de concentración, personas famélicas de poco más de treinta kilos que apenas podían resoplar. No nos son tampoco extrañas las pilas de cadáveres, las fosas comunes de los ejecutados. Lo que sorprende de este libro es la forma de narrar de Levi. El autor es consciente de ello. En las páginas finales Levi, responde a una serie de preguntas que le fueron formulando adultos y estudiantes después de haber leído su libro, en ellas comenta que optó no por un lenguaje lamentoso o iracundo sino mesurado y sobrio, el del testigo que analiza la situación, para que el juez, en este caso el lector, con lo expuesto se forme su propia opinión.

El libro recoge desde la llegada al campo en trenes de transporte el ganado, a su inserción en los barracones, para luego ir contando con todo detalle el funcionamiento de esos Lager, de jóvenes de múltiples países, judíos la mayoría, confinados allí para ser exterminados sistemáticamentes. Los más aptos, los que las SS consideraban útiles, aún podían realizar alguna labor, lo cual los libraba directamente de los hornos, dándoles alguna esperanza de supervivencia. El libro acaba con los SS abandonando el campo a todo correr, ante la llegada de los Rusos. La tregua, comienza donde acaba este.

Dejo un enlace con una entrevista muy interesante hecha a Primo Levi.

www.devaneos.com

Ojos de agua (Domingo Villar)

Dejando de lado las lecturas de novela nórdica que abundan en las librerías me he decantado por una novela negra española ambientada en Vigo, escrita por Domingo Villar, siendo esta su primera novela, publicada en 2006. Seguimos las andanzas del inspector Leo Caldas y su compañero Rafael Estévez, recién trasladado de Zaragoza, envueltos en un caso de asesinato en donde un saxofonista ha sido hallado muerto en su apartamento. Un macabro asesinato de, a priori, índole sexual que permitirá a los agentes devanarse los sesos en pos de la resolución del caso. Es Ojos de agua una novelita corta que no llega a las doscientas páginas, alimentada con bastantes diálogos, los provenientes de Estévez, marcados estos por la socarronería. En esta primera novela se nos presentan los personajes que luego iremos conociendo mejor en sucesivas entregas.

De momento Villar ya ha publicado, con bastante éxito en cuanto a ventas, su segunda novela, La playa de los ahogados. Leo Caldas sabemos que vive solo, tuvo una relación con Alba, una relación que parece ya extinguida, que tiene un padre dedicado al mundo del vino con el que a veces coincide, que su participación en un programa radiofónico hace que todo el mundo le conozca, facilitándole a menudo las cosas. De Estévez sabemos que es un gigantón de dos metros de altura y más de cien kilos de peso que tiene sus prontos, mal carácter, pero suponemos que buen fondo, que el hecho de venir de Zaragoza y recalar en Galicia, le hace juzgar todo cuanto ve, y ese contraste da mucho juego, porque pone en evidencia algo del carácter gallego que el autor tan bien conoce pues lo es, por ejemplo ese contestar una pregunta con otra pregunta.

El autor no se complica la vida en exceso con la trama, y una vez presentados los personajes, hay que poner rostro al asesino, reservándose un as en la manga, para que no todo resulte tan evidente como podría parecer a primera vista. La he leído con agrado, una lectura aderezada también con unas cuentas risotadas.

Una pareja, la formada por Leo y Rafa, a la que pienso seguir la pista.