Las vidas extraordinarias si no existen se crean, para eso tenemos el lenguaje. Martín Olmos pergeña un libro descacharrante, puro fuego e ingenio, que me recuerda a Camba y también a Espinosa en su Escuela de mandarines y a Quevedo en lo grotesco, también a Umbral que aparece mucho, pero no hay que quedarse en el umbral, sino acceder a su interior, a la sustancia del libro, a la materia viva del que está hecho, para leerlo con asombro y gana y cachaza y a pequeños arreones. Trasciende la prosa plana Martín, crea un cuervo que nos picotea el hígado.
Breve relación de vidas extraordinarias
Martín Olmos
Pepitas de Calabaza
2017
160 páginas
El título me recuerda a una obrita de William Beckford, «Memorias biográficas de pintores extraordinarios», que leí hace algún tiempo y me gustó (no tanto como «Vathek», claro). Un saludo.
Hola Manuel, no he leído ninguno de los dos libros de Beckford. Los buscaré. Este de Martín ha sido una muy grata sorpresa.