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La catedral del mar crítica del libro de Ildefonso Falcones

La catedral del mar libroMe ha sorprendido mucho el éxito en ventas de este mediocre libro. Lleva ya medio año entre los más vendidos, con una cifra de ventas que supera el medio millón de copias despachadas. (en septiembre de 2007 es más de un millón).
Si a eso sumamos que para el autor Ildefonso Falcones, La catedral del mar, es su primera novela, el negocio ha sido todo un éxito. Ya se dice que han comprado los derechos para hacer la película, y la Editorial Grijalbo va a publicarlo en otros países, siguiendo quizá la estela de otros autores españoles que también están vendiendo mucho fuera de nuestras fronteras (Zafón, Javier Sierra, Matilde Asensi, Julia Navarro..). La catedral del mar es una discreta novela histórica, que nos cuenta los avatares de Arnau, desde que es un siervo de la tierra, hasta que logra ser Cónsul del Mar, y lo que es más importante, contar con el respeto del pueblo. En varias ocasiones estuve tentado de dejarlo, ya que el interés que despertaba su lectura era muy tibio, pero al final mi afán en acabar los libros que comienzo me ha impelido a leerlo del todo.

Si libros como este son éxitos en ventas, se deben principalmente a que en nuestro país se lee poco. Mucha gente lee un par de libros al año, la mayoría de las veces en verano, y un libro de esta clase, de los denominados como «novela histórica» que generan en el lector la ilusión de que aprenden historia, al tiempo que leen y se entretienen, junto con una lectura fácil y donde las acciones en las que se mezcla la aventura con amores y desamores, venganzas, celos, injusticias, etc son bastante previsibles, hacen de estos libros un pasatiempo estupendo, sino que le pregunten a Dan Brown. Leer pocos libros lleva a pensar que éste que tenemos entre manos «es la bomba», cuando es otra fotocopia más de miles de libros anteriores similares, pero mucho mejores como, Los pilares de la tierra, (aunque con éste la única relación que guarda es que como telón de fondo hay una catedral en construcción. Ahí acaban los parecidos), El médico., etc..

Digo lo de la «ilusión» porque si después de finalizar el libro uno se para a pensar las cosas «históricas» que ha aprendido, no son tantas. Conoceremos algunos términos: bastaix, host, cómo eran algunas costumbres de la sociedad feudal, el comportamiento de la inquisición, el papel de la mujer y de los judíos en una sociedad misógina y otros tantos datos de la ciudad de Barcelona y alrededores que a los que sean de la zona seguro que les gusta.

En lo que respecta al libro como he dicho antes me ha dejado muy frío. En momentos puntuales, como el porteo de la piedra, por el joven Arnau, al cual Falcones quiere dotar de una aureola de heroicidad resulta descafeinada, parecido a lo que ocurre en su pasaje final. Parece que el autor ha metido el fuego de metralla al comienzo y fin de la obra, y el tramo intermedio resulta deslabazado y anodino, con unos personajes apocados, y episodios folletinescos de revolcones y amores no correspondidos. Las páginas en las que el autor se explaya explicando los pormenores comerciales de las transacciones marítimas son un coñazo.

Leí por ahí que Falcones, antes de publicar el libro, fue a un taller de escritura, donde los potenciales escritores, recibían consejos sobre como dar forma a una novela. El manuscrito que llevó Falcones, que pasó de mano en mano antes de publicarse y que ahora es el número uno en ventas era «La catedral del mar«. Hemos ganado pues un novelista, que no un buen escritor, que arrasará dentro y fuera de nuestras fronteras. Grijalbo ya le ha dado un dinero a cuenta de su segunda novela.

Se cumple con este libro la relación inversamente proporcional que hay entre la calidad literaria y el número de ejemplares vendidos. Regla que en el caso de las novelas históricas, salvo excepciones, como El último catón de Matilde Asensi, «El Converso» o «Carta desde el fin del mundo» de Manuel Fajardo por citar algunos, se cumple más de lo deseable.

De todos modos mi abuela lo comenzó a leer hace cinco días y ya se lo ha leído y eso que tiene 90 años y no ve demasiado bien. Le pregunté qué le había parecido el libro y me dijo que era muy entretenido. Así que todo lo dicho anteriormente quizá pueda quedar en entredicho.

Y ya de paso ahí van tres recomendaciones: Paradoja del interventor de Gonzalo Hidalgo Bayal, Geografía del Tiempo de A.G Porta y La flor del toronjil de Jose Antonio Ramírez Lozano, porque hay afortunadamente vida más allá de La novela histórica y de La Catedral del mar.

Dios en el lenguaje castellano

La palabra Dios está muy presente en nuestro vocabulario. Muestra de ello son las expresiones abajo recogidas en las que aparece la palabra.

interjección
¡a Dios! 1. Expresión que se dice al irse de un lugar o al despedirse o al cruzarse con alguna persona conocida sin detenerse. 2. Exclamación de susto cuando se ha producido un daño o un percance ya inevitable o sin remedio: ¡a Dios, el jarrón hecho añicos!
SINÓNIMO ¡adiós!
locución adverbial
a la buena de Dios coloquial 1. Sin plan previo, al azar: cogió el coche y se fue de vacaciones así, a la buena de Dios. 2. Sin artificio ni malicia: lo dijo a la buena de Dios.
¡alabado sea Dios! o ¡bendito sea Dios! 1. Expresión de saludo al entrar en un lugar, especialmente usada entre religiosos y en los pueblos. 2. Expresión de conformidad o resignación de religiosos ante algún asunto. 3. Expresión con la que se manifiesta enfado y resignación ante algún asunto, percance o contratiempo. 4. Exclamación de susto o sorpresa ante algo que produce disgusto, alegría u otros sentimientos.
locución adverbial
a la de Dios es Cristo De forma poco considerada:
se despidió a la de Dios es Cristo.
¡anda con Dios! Expresión que se usa para despedir a una persona, a veces manifestando alivio o enfado ante la marcha.
armarse la de Dios es Cristo coloquial Organizarse o tener lugar una disputa, una riña o una pelea, también un alboroto o jaleo muy grande:
la discusión subió de tono y acabó armándose la de Dios es Cristo.
interjección Sigue leyendo

La televisión cantera de escritores

De la televisión a las librerías

 

Son muchos los presentadores de televisión o gente del medio televisivo que aprovechando la popularidad que otorga la caja tonta se lanzan al ruedo y publican algún libro. Los hay de toda clase. De humor, novela histórica, recetas, sociológicos, biografías, etc. Se nota quien es un profesional de la escritura y quien no lo es, pues la mayoría de estos libros comparten un rasgo común: son infumables.

El que no quiere complicarse mucho la vida, presenta un libro de cocina, en el que el famoso televisivo presta su imagen que aparece de modo bien visible en la portada del libro y luego planta la firma como ha hecho Inés Ballester. Otros escriben sobre lo que mejor conocen, el humor: Buenafuente, Wyoming, Agustín Jiménez, Carlos Latre. Hay quien publica novelas históricas aprovechando el tirón de ventas de este género que copa las listas de libros más vendidos, como ha hecho Pedro Piqueras o Baltasar Magro. Otros publican insípidas historias de amor como ha hecho el guaperas Cantero en Amantea. Iker Jiménez, pasa a papel las mejores historias de su programa 3 Milenio que emite la cadena Cuatro. A Ana Rosa Quintana quiso ser escritora y le acusaron de plagio con todas las de la ley con su libro Sabor a hiel, y se fue de rositas, siendo hoy la reina indiscutible de los magazines televisivos. Dejó la escritura, pero hoy tiene una revista con su nombre AR. Nieves Herrero….

   

 

David Cantero: Amantea

Teresa Viejo: Pareja ¿fecha de caducidad?

Pedro Piqueras: Colón a los ojos de Beatriz

Ely del Valle: Éramos pocos y se jubilaron mis padres

Iker Jímenez: Milenio 3

Manuel Torreiglesias: Para ir como un reloj

Agustín Jiménez: Los monólogos que te dije.

Baltasar Magro: La sangrienta Luna, En primera línea

Alfredo Urdaci: El Cónclave, Días de ruido y furia

Andreu Buenafuente: Cosas nuestras

El Gran Wyoming: Te quiero personalmente, Un vago, dos vagos, tres vagos.

Inés Ballester: Cocina con corazón

Ana Rosa Quintana: Sabor a hiel

Nieves Herrero: Todo fue nada

Carlos Latre: Bea, una becaria en marte

Boris Izaguirre: 1965, El vuelo de las avestruces

Lorena Verdún: Cómo hacer el amor (bien)

Coto Matamoros: Usted también puede ser famoso

Viaje a Palestina libro (Luis Reyes Blanc)

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Acabo de leer este entretenido libro de Luis Reyes, que obtuvó el Premio Grandes Viajeros en 1999. El título era sugerente, Viaje a Palestina. De la mano del autor visitamos Jerusalem, Belen, el Valle de Hebrón, Jericó, Tulkarem, Masada y otras muchas ciudades y lugares representativos.

No es un libro en el que el autor apabulle con datos, fechas, lugares, nombres. De ahí que su lectura resulte amena. El autor eso sí, va comentando ciertas cosas: la masacre de un millón de armenios por parte de los turcos en 1915, Isaac Rabin y su papel en la Guerra de los seis Días, el Tunel de los Asmoneos con 58 muertos palestinos, la destrucción del El Magheriba en 1967, el barrio de los moros, con el desalojo de 620 personas, los Kibbutz financiados por el Gobierno Israelí, los asesinatos del doctor Goldstein, apostol y martir del odio, al que acuden en romería sus devotos a visitar su tumba en la colonia de Kiryat Arbá, el comienzo de la Intifada en diciembre del 87 y las medidas de Israel de prohibir bañarse, pescar, y recoger la basura de las calles de los territorios ocupados de Gaza (ciudad de un millón de habitantes, en una extensión de 45 km de largo que dan al mar y seis de ancho) que finalizaron en junio de 1994.

Un libro éste que se aleja de los livianos reportajes de los periódicos y que va más allá, dando datos históricos y actuales que nos permiten conocer algo más sobre unos territorios, como el polvorín que es Jerusalem en el que conviven cristianos, musulmanes, armenios, griegos ortodoxos, coptos griegos, etíopes; ciudad en la cual tienen sus lugares sagrados…