De Gonzalo de Berceo se sabe bastante, aunque, si se compara con otros poetas contemporáneos o posteriores, puede parecer francamente poco.
El mismo, como otros escritores de la época, se nombra en sus versos, y nos proporciona algunos datos. Así, sabemos que nació hacia finales del siglo XII en el pueblo de Berceo, perteneciente a la diócesis de Calahorra, en la Rioja. Se educó en el monasterio de San Millán de la Cogolla, el actual Suso, monasterio de cierta relevancia en aquella época, al que estuvo ligado como diácono hacia 1221. También aparecen vínculos con el Monasterio de Santo Domingo de Silos, de quién escribió su hagiografía. En general, tanto su presencia documental, como las menciones en sus versos reflejan que Gonzalo conoció.
Se autodenomina maestro en varias obras, por lo que es posible que tuviera formación universitaria. Esta tesis está avalada por las menciones que realiza a Tello Téllez de Meneses, obispo de Palencia, y otras referencias a tierras palentinas.
A pesar de haber sido educado en un cenobio, Gonzalo de Berceo no se hizo monje, sino que siguió la carrera eclesiástica como clérigo secular. Actuó, al lado de otros clérigos, junto a la feligresía del pueblo de Berceo. Como tal, recibía beneficios y se encontraba subordinado a un párroco, ejerciendo las actividades comunes a un sacerdote: predicar, catequizar, cantar la misa, celebrar la eucaristía, etc. Aún así, continuó manteniendo vínculos con el Monasterio de San Millán de la Cogolla, como testifican los documentos notariales elaborados en este cenobio en los que figura como testigo. Gracias a esta documentación, sabemos que Gonzalo de Berceo debió de morir bastante mayor; diversas escrituras notariales mencionan que vivía aún en 1264. Pero a pesar de esto, poco más es lo que se conoce de su vida, que debió de transcurrir entregada a sus deberes religiosos y a componer sus obras.
La historiografía ha formado una estampa de Berceo, considerándolo de dos maneras antagónicas: la primera, y por lo tanto más antigua, nos muestra a un clérigo ingenuo, con escaso conocimiento del latín. La segunda, más novedosa, nos presenta a un hombre inteligente, que conoce el latín y las importantes bibliotecas monacales de San Millán y de Sto. Domingo de Silos y, posiblemente, educado en la Universidad de Palencia. Es notoria su constante presencia como testigo en documentos notariales de importancia tanto para el monasterio de San Millán como para el Obispado de Calahorra.
Frecuentemente se le ha calificado de poeta simple e ingenuo, que repite lugares comunes de la literatura religiosa de la época. Pero el estudio detallado de su obra nos revela un autor que maneja con maestría la nueva forma poética, la cuaderna vía. La obra de Berceo es, sin embargo, de orientación popular. Es un autor que divulga y catequiza. Gonzalo trata de aproximar la teología al hombre medieval.
Su obra, enmarcada dentro del mester de clerecía, se clasifica en tres grupos: vidas de santos (Vida de San Millán , Vida de Santo Domingo de Silos , Poema de Santa Oria, Martirio de San Lorenzo); poemas marianos (Loores de la Virgen, Duelo de la Virgen, Milagros de Nuestra Señora ); y otros temas religiosos (De los signos que aparecerán antes del juicio final, Del sacrificio de la misa).
Obra
En sus obras hagiográficas divulga la vida de unos personajes que han seguido la senda de la virtud. Todas las obras presentan una estructura similar:
* Exordium o invocación a Dios.
* Captatio benevolentiæ o atracción del lector.
* Preparación del público.
* Origen humilde en un medio pastoril.
* Visita al preceptor espiritual.
* Vida eremítica, para buscar la virtud.
* La santidad es ratificada por los milagros en vida y muerte.
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