La figura del escritor Charles Bukowski ha sido llevado al cine recientemente en la película Factotum (título de uno de sus libros). La imagen que se tiene de Bukowski es la de un alcohólico. Pero Bukowski es un escritor alcohólico, que encontró la fama cuando ya estaba de vuelta de todo, tras múltiples trabajo, como su ocupación de cartero que plasmó en un libro del mismo título, «Cartero» (1970), el cual le permitió dejar ese trabajo y dedicarse a escribir. Hay libros que son iniciáticos y te enganchan a la lectura. Cuando lei «Peleando a la contra», me di cuenta que llevaba años esperando leer ese libro, que me estaba esperando. En ese libro hay un montón de poemas y relatos cortos, extraidos de otros libros suyos. Mi poema preferido es este.
El perdedor
y el siguiente recuerdo es que estoy sobre una mesa,
todos se han marchado: el más valiente
bajo los focos, amenazante, tumbándome a golpes….
y después un tipo asqueroso de pie, fumado un puro:
«Chico, tu no sabes pelear» me dijo.
y yo me levanté y le lancé de un golpe por encima
de una silla.
fue como una escena de película y
allí quedó sobre su enorme trasero diciendo
sin cesar «Dios mío, Dios mío, pero ¿ qué es lo que
te ocurre?» y yo me levanté y me vestí,
las manos aún vendadas, y al llegar a casa
me arranqué las vendas de las manos y
escribí mi primer poema,
y no he dejado de pelear.

Tras leer el fascinante libro del historiador Manuel Fernández Alvárez titulado Cervantes visto por un historiador, donde el autor escribe la biografía de Cervantes de un modo ameno y profundamente divertido, cosa extraña en los historiadores que tienden a pergeñar obras áridas, cargadas de datos y fechas que diluyen entre esa marasma de datos el potencial interés del libro, me veía en el deber de releer El Quijote.