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La hormiga bala

Hormiga bala que mata en 24 horas A resultas de una exposición sobre insectos que he visto esta tarde me ha entrado curiosidad por saber más acerca de una una hormiga, denominada la «hormiga bala«.

La tucandeira (Paraponera clavata Fabricius) es una hormiga gigante muy extendida por toda América Central y del Sur, especialmente en las regiones selváticas. Mide una pulgada de longitud (30-33 milímetros) y la reina es aún mayor. Siempre la he encontrado en mis viajes por la selva tropical tanto en Panamá como en Colombia, Venezuela, El Darién o Brasil y en las selvas de Veraguas, donde los indios y hombres del campo las temen más que a las culebras. En Venezuela las llaman cumanagato, en la Guayana británica munuri, en Brasil tucandeira o tucandira o tocanguira. En Costa Rica la llaman hormiga-bala, y falofa en Panamá. En otras partes de Centroamérica y Brasil le dicen hormiga-24-horas para indicar que su picadura puede matar a las 24 horas de haberla realizado.

Suelen vivir en colonias de hasta 500 individuos, aunque es más frecuente encontrarlas en grupos de 12 a 20 siempre en la base de los grandes árboles de la selva. Basta irritarlas o molestarlas dando unas patadas en el suelo cubierto de hojarasca para que salgan de su hormiguero, y entonces hay que ponerse fuera de su alcance. Por eso capturarlas no es fácil y tiene sus riesgos, y fotografiarlas es aún más difícil a menos que se haga en cautividad.

Los campesinos de Panamá saben que cuando les clava el aguijón sufren dolores violentos en la parte afectada y sus alrededores, elevada temperatura, fiebre que puede durar tres días y a veces una zona de necrosis en torno a la picadura que tarda mucho en cicatrizar. El peligro radica en la sensibilización que puede producir y en que una segunda picadura puede provocar el choque anafiláctico mortal.

Anatomía de Grey una serie «perdida» que encontró el rumbo

En su primera entrega Anatomía de Grey logró una cuota de pantalla de un 3,9% quizá porque se emitía los jueves y debía competir con programas como “Cuéntame” y “Gran Hermano”. Este año decidieron reponer los episodios de las primera temporada, pasándolo a los martes y emitiéndolo después de House. El cambio funcionó y Anatomía de Grey llegó a reunir a 1.800.000 personas, que suponían el 12% de audiencia. En el verano se estrenó la segunda temporada y fue el programa más visto de la Cadena Cuatro con 1.400.000 espectadores. El episodio “17 segundos” emitido el 3 de octubre lo vieron 2.700.000 espectadores. Visto los buenos resultados Cuatro ya ha comprado los derechos de emisión de la tercera temporada. Esto nos lleva a pensar, a la vista de los números de las audiencias, si algunas series no merecen un mejor trato, una hora de emisión más adecuada o una segunda oportunidad.

El caso más sangrante es el de la serie “Perdidos”. En su primera temporada, el día y la hora de su emisión hizo que no cuajase en la audiencia. TVE tras una larga espera, se decidió a emitir finalmente la segunda temporada, pero una escasa audiencia de un ínfimo 8%, hace suponer que no durará mucho en antena. Los jueves compite con “Sin rastro”. El otro día TVE la anunciaba diciendo “próximamente”, lo que parece indicar que la quitarán de la circulación y no sabemos si emitirán los episodios que faltan (más de 20 de la segunda temporada) otro día o lo pospondrán para más adelante. Es una pena que a “Perdidos” una de las apuestas televisivas más originales y adictiva de los últimos años, la traigan como a un dominguillo.

Las series de televisión Ella y el sexo débil retirada de la programación

Antena 3 decidió este lunes retirar la serie Ellas y el sexo débil por su baja audiencia. El tercer y último capítulo emitido el lunes 2 de octubre, no superó un ínfimo 6%. Visto lo visto, la solución adoptada por la cadena es lógica. Cualquier programa por cutre que sea, incluso uno del estilo de “la batidora”, donde se recogen imágenes de otros programas, cosechan mejores resultados, y el desembolso es muchísimo menor.

Para Anita Obregón, habrá supuesto un mazazo, ya que tras Ana y los Siete, cabía esperar que la gente respaldase su nueva serie. La anterior fue todo un éxito, quizá porque fue muy bien acogida por el público infantil, y esta nueva serie iba dedicada al público adulto.

Un elemento importante a considerar, y que guarda un estrecha relación con la audiencia, es el día que elegido para emitir el programa. El primer capítulo se emitió el domingo, y no tuvo mucha audiencia, así que lo pasaron a los lunes. Ese día, la serie de Ana Obregón, debía competir nada menos que con la Serie CSI que es vista por 4-5 millones y con “Mira quién baila”, que mantiene buenos niveles de audiencia. Ante esa dura competencia, una serie nueva, a priori lo tiene muy difícil para subsistir. Es como un recién nacido en el reino animal. Todos se lo quieren comer. ¿Qué hubiera pasado de haberse emitido “Ellas y el sexo débil otro día” ?. Seguramente los resultados hubieran sido algo mejores pero creo que también insuficientes. Pero bueno, son hipótesis, pues nunca lo sabremos.

Hubo otros programas como El informal, Camera Café, Motivos Personales, cuya andadura inicial fue vacilante y los cuales, poco a poco, fueron funcionando hasta convertirse en números uno. Hoy por hoy Cámera Café en su segunda temporada es visto por casi 5 millones de personas. De ahí que a veces, haya que dejar las series unas cuantas semanas en antena, para que maduren y surta el boca-oído y puedan afianzarse, partiendo claro está de la base de que la televisión vive de la publicidad y ninguna firma quiere anunciarse en una serie que apenas llega al 10% de share.

Otros programas no los retiran pero acortan su duración como el que presentaba Manel Fuentes, Desafío bajo cero. Las nuevas cadenas Cuatro, y La Sexta con sus series: House, Las Vegas, Anatomia de Grey, Crossing Jordan, Prison Break, Los Soprano, Médium, Embrujadas, El abogado, entre otras, hacen que la audiencia esté mucho más fragmentada que años anteriores, de ahí que quizá a corto plazo haya que replantearse que nivel de audiencia es óptimo o rentable para una cadena televisiva, ya que un 20% de share hace tres años, sería hoy por hoy mucho más valioso que entonces, a tenor de la feroz competencia vigente en la parrilla televisiva.

En cuanto a los espectadores, aunque estos cada vez son más volubles e infieles, series como “Hospital Central” que ha estrenado su 10º temporada, son un ejemplo de estabilidad y fidelidad.

Y ya para acabar dejo una pregunta en el aire. ¿Cuánto tiempo durará en antena la serie Perdidos?. No creo que llegue a fin de año.

Los guiones de la serie 24 de Jack Bauer

«24” es una serie intricada en la que los guionistas deben hacer encaje de bolillos para que la historia no resulte demasiado increible, mientras seguimos las aventuras de Jack Bauer, y lo cierto es que logran el objetivo de mantener la expectación en cada episodio.

Lo novedoso de esta serie es que nada es lo que parece, que ciertos personajes mueren, y los que sobreviven nunca sabemos que intereses o fines les mueven, quién está al otro lado de la línea telefónica controlando el cotarro, manejando los hilos, por tanto, la raya que separa a los leales de los traidores es demasiado difusa, tanto, que cuesta incluso saber que hemos de entender por lealtad, ya que en esta serie, cualquier acción por atroz que sea se justifica apelando al patriotismo, al “interés nacional”.

Las malas acciones deben ser encubiertas, para que el pueblo nunca conozca la catadura moral de los que les gobiernan. Algo que visto como está el tema hoy por hoy resulta demasiado real, pues poca o ninguna diferencia hay entre el aborrecible presidente americano de la ficción y el real. Queda patente, cuando se usa fósforo blanco contra la población civil, se organizan guerras preventivas o para buscar armas de destrucción masiva que saben que no existen, con el petroleo como argumento de peso para llevar a cabo cualquier acción, sin especial aprecio por las vidas humanas que haya que sacrificar.

Surgen también los conflictos de intereses entre los distintos cuerpos de seguridad del Estado, y los militares, la policia, los servicios secretos, los de la UAT, todos están a la gresca, prima más la rivalidad que el hermanamiento, y cada uno tira para su lado, cubriéndose las espaldas, sin dejar la oportunidad de aprovechar la ocasión de medrar a costa de quien sea necesario y sacar tajada en todo momento.

En esta temporada los protagonistas son unos terroristas rusos que quieren el gas nervioso para cometer unos atentados en su país. Como la cosa se complica, al final el gas nervioso se utilizará en suelo americano, cuando los terroristas quieren usarlo para matar al Presidente Ruso, de visita en los Estados Unidos para firmar unos acuerdos, hasta que Bauer aparece y desbarata el plan de los terroristas. Al estar el Presidente implicado en la muerte del anterior, y Bauer ir tras la “prueba” que le incrimina, éste organiza un dispositivo con el fin de darle caza “vivo o muerto”. Bauer debe por tanto recuperar la prueba y ponerse a salvo de los tentáculos letales del presidente.

La serie está tan bien hecha que resulta mucho más entretenida que buena parte de las películas que se estrenan en los cines y ya circulan rumores de que la serie se llevará a la pantalla grande. Las interpretaciones son muy buenas, y el estado de caos y desconcierto que gobierna la vida de los protagonistas durante las “24 horas” les permite mostrar su cara más vulnerable, su perfil más macarra o arrivista, o por el contrario su compañerismo, generosidad, lealtad, confianza, dedicación, entrega. Todo esto tiene cabida en este serie, que brilla con luz propia y no suena a “ya visto”. Sólo por esto bien merece darle una oportunidad