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Un estado del malestar (Joaquin Berges 2012)

Un estado del malestar
Joaquín Berges
Tusquets
2012
400 páginas

Desde que leí Vive como puedes, tenía muchas ganas de hincarle el diente a lo que publicara Joaquín Berges. El mes pasado dio a luz su última novela en Tusquets, Un estado del malestar, y una vez leída el resultado no ha podido ser más satisfactorio.
Si por ejemplo en la novela de Eloy Moreno (El bolígrafo de gel verde), el cambio de vida, de rumbo, que quiere llevar a buen puerto el protagonista es una acumulación de tópicos, de situaciones trilladas, todo ello impregnado de toneladas de sentimentalismo barato y dolor a raudales, Joaquín Berges, plantea una situación análoga, la de la ruptura, pero dándole otra perspectiva. Si uno trataba de tocarnos la fibra sensible, llevándonos a la exaltación sentimental, Berges, lo hace desde el desencanto, desde el sarcasmo, desde la madurez. El protagonista quiere cambiar de vida, pero de verdad, romper con lo que es su vida. Una ruptura que viene facilitada con la prejubilación que le ofrecen en el trabajo.

Berges plantea su libro como un cuento en el cual el caballero para conquistar a su amada deberá superar con éxito tres pruebas, a saber: romper con su vida anterior (divorciarse de su mujer e hijos, romper con su sistema de castas, declararse objetor del sistema consumista), obtener el visto bueno del Patriarca de los Teleles y hacer frente al hombre que pretende y custodia a su amada Estrella.

En esta aventura amorosa, Ricardo nuestro protagonista, se verá secundado por sus dos paladines: Juanmi y Fidelio. Las visitas del trío al buffet libre y las continuas correcciones que Ricardo hace a la pareja son hilarantes, tanto como el resto del libro. Berges con su tercer libro se consolida ya como un maestro del humor. Los diálogos son descacharrantes, las situaciones que pergeña, crecen desde la cotidianidad, desde el naturalismo, para ir convirtiéndose en un retrato social, en esa conjunción de momentos que llamamos vida, pero más allá del gag, lo que Berges construye es una crítica acerada contra cierta clase social y los convencionalismos, contra esas élites que a fin de no contaminarse con el resto del populacho, hacen de la endogamia su modus vivendi, yéndose a vivir en areas residenciales, alejados de todo y de todos, donde blindar su intimidad, dentro de urbanizaciones de lujo: oásis donde no faltan las videocámaras de seguridad, las zonas ajardinadas, las zonas recreativas, piscinas, pistas de padel, squash, tennis, lugares donde juntarse los que son como ellos y creerse distintos del resto. Sigue leyendo