La pertenencia

La pertenencia (Gema Nieto)

Gema Nieto
234 páginas
2016
Caballo de Troya


«Ha leído más de de mil libros hasta ese momento de su vida, y cualquiera pensaría que todas las lecturas le han vuelto más sabia, más culta, más sensible, más feliz. Pero se equivocan, es todo lo contrario».

Esa es la magia de literatura, que puedes leer miles de libros y luego al ponerte a escribir, el resultado diste mucho de ser satisfactorio.

Leo

«En un tren hacia Tokyo he redescubierto que escribir sigue siendo un lento desangrarse».
Entiendo que lo del tren que va hacia Tokyo es un guiño a Olmos. Lo de escribirse desangrándose paso de calificarlo pues me resulta un poco morcillero.

Leo

«Olvidándonos de guerras y de mártires, quizás solo queramos que alguien nos abrace por las noches […] llegar a casa con ¿las batallas rotas? y convertirlas en bagaje tenue, deshacernos del perfecto doble, las penas, los temblores«.

No sigo que tremolo y no puedo fijar las falanges sobre el teclado.

Leo

Su inusual impulso trágico, en lugar de colaborar en el consuelo de la purificación y la catarsis, la lleva a magnificar la desgracia hasta el punto de causarle cierto placer morboso llevarla a cuestas sobre sus hombros.

Este tono, que es la sangre de la novela es lo que me resulta insufrible.

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Gema Nieto

Leo

«Saco la libreta y empiezo a escribir a mano, porque para las cosas más intimas siempre prefiero mover la muñeca».

Ahí le doy la razón a la autora. Para la cosas íntimas mover la muñeca a veces es la única solución?

Leo

«Se ha enterado por casualidad de que su primera amante se ha casado y la segunda ha sido madre. Ambas han rehecho sus vidas, deben de ser felices, y el asombro de imaginarlo la golpea todavía más fuerte».

No, no estamos viendo Corazón, corazón, estamos leyendo La pertenencia. ¿Después de acabar una relación, salir con otra persona es «rehacer la vida»? ¿Es esto algo digno de asombro?. ¿Esto piensa una escritora de treinta y tantos años sobre las relaciones afectivas? ¿Se documentan para vestir a sus personajes leyendo el Hola?

Leo

«El arcipreste de Hita. Los monasterios de Suso y Ayuso entre la bruma«.

No, entre la bruma no, esto es mucho más que una bruma.

¿Cómo se documentan hoy nuestros jóvenes escritores? Y digo jóvenes porque hasta los 40 años, un escritor hoy en día, para los bancos y para la literatura, es joven.
En La Rioja, en San Millán de la Cogolla, están los monasterios de Suso y Yuso. Ayuso, no lo conozco.

Además de todo lo anterior, detalles insignificantes, lo que no veo en ningún momento es no ya una historia, sino un personaje. La protagonista resulta odiosa en su nihilismo, en estar todo el día quejándose y en querernos transmitir lo que siente -a medida que va acumulando muertos familiares en su haber existencial, desde los trece años con los que pierde a su madre- de una manera tan chusca. Sí, nos puede parecer lírico, incandescente, leo en la contraportada, lo que leemos, pero hace falta mucho más que unos cuantos muertos familiares, una huérfana, lloros, llantos, sollozos, gimoteos, viajecitos por Londres, París y Tokyo, y unos cuantos revolcones lésbicos, y purificaciones para que la historia de la protagonista resulte mínimamente interesante durante más de 200 páginas.

Cuando la historia languidece, si es que en algún momento hay vida en este texto, la autora mete por medio un sinfín de escritores y escritoras que la protagonista ha leído, o bien menta las andanzas de los personajes Homéricos, o a Sísifo, o recurre a la Justine de Durrell, o a elementos mitológicos, a fin de mostrarnos cómo nuestra pobre protagonista sufre igual que sufrieron otros muchos antes que ella; gente de renombre. Ovidio es uno de ellos. Y esas comparaciones son prácticas de tiro, fogueo, pólvora mojada. Sí, ruido y furia. Eso en teoría, porque en la práctica, no he visto nada, más allá de mucho postureo sentimental, no sólo en el personaje de la joven huérfana, tampoco en el de su padre, su tío homosexual, y sus abuelos, que son una mera comparsa, rellenando la escena, ocupando papel hasta que la diñan.

Aquellos que lloraron viendo el primer programa de Masterchef, es posible que con esta pretenciosa novela se harten a llorar. Yo, no me creo nada de lo que he leído, en nada comulgo, y prefiero el tono por ejemplo de Pablo Ramos, que sin tanto exceso verbal, sin tanto visceralismo artificial y tanto nihilismo de postín, logra lo que los buenos libros transmiten, que es que cuando dejas el libro en la estantería, o en este caso en la biblioteca, los personajes te sigan hablando y tú, lector, quieras seguir escuchando lo que tienen que decirte. A esos libros sí hay que pertenecer.

13 pensamientos en “La pertenencia (Gema Nieto)

  1. Susan

    «¿Cómo se documentan hoy nuestros jóvenes escritores?.»
    Me duele a la vista ese punto después de cierre de interrogación.
    Otro que además de malimitar a Olmos, se aprovecha de él para tener visitas. Si Olmos cobrara derechos estaría forrado.

  2. Susan

    «¿Es esto algo digno de asombro?.»
    ¡¡¡Otro!!!
    No me lo puedo creer…

  3. Susan

    En tu twitter acabas de enlazar a la Fundeu. La necesitarás, ¡con urgencia!, valga la redundancia.

  4. Librera barcelonesa

    ¿La novela con la que la compara de Pablo Ramos es «El origen de la tristeza»?

    Leo (en su reseña):

    «Gabriel (….) tiene unas hormonas disparadas que le impelen compulsivamente a masturbarse, una mina fijada en un póster, medio en cueros, de quien está prendado,(…) , tiene varias profesoras, algunas jóvenes, que además de conocimientos, le proporcionan también pensamientos lúbricos con los que desahogarse»…

    Me quedan claras sus prioridades, pues, y lo que usted entiende por bueno.

  5. El alquimista del tedio

    Hola Susan.

    Llevas razón. He tenido que prescindir del corrector ortotipográfico y esto es un auténtico desastre.

    Este post es el primero que supera los tres comentarios, así que gracias a ti y a Librera por haberlo hecho posible.

    Lo interesante creo que es entrar aquí y comentar cuales son las virtudes de la novela, si las tiene, o bien crear tropecientos perfiles en goodreads el mismo día y poner estrellas a lo loco, aunque esto creo que ya se ha hecho. Por cierto, perfiles que no tienen ninguna otra reseña más que la de este libro. En fin.

    Al final gracias a esta reseña Pablo Ramos va a ser finalmente (re)conocido en nuestro país como se merece.

    Por último. ¿Es Gemma o Gema? Porque he visto portadas de este libro con ambas portadas.

  6. Susan

    De nada, pajillero del tedio.
    Por cierto, ¿te has leído el libro que reseñas? Lo digo porque podrías mirar en él el nombre de la autora… Ah, espera, espera… En fin… Otro que reseña lo que no lee y va a las páginas en abierto de google books para disimular.

  7. El alquimista del tedio

    Hola Susan.

    Si tu manera de alabar las virtudes de este libro es insultándome, te has equivocado de sitio.

  8. Oliver Twist & Shout

    Pobre miss Nieto, que ha de recurrir a los perfiles falsos para darse auto-bombo. No sea resentida, querida: escribe fatal y por lo tanto su carrera será breve como un estornudo. Cuanto antes acepte este hecho, más leve será la caída.

    Pero pensemos en positivo. Oye, Susan Nieto, si pagas bien estoy dispuesto a escribir unas cuántas reseñas elogiosas. Así no te lo tendrás que mascar tú solita.

    Ya no se escriben libros así, dice. Afortunadamente.

  9. Sagunto

    Es cierto que el estilo es un tanto afectado y por momentos puede cargar, pero a mí la historia me ha gustado, sinceramente no me parece una «mala novela». Saludos.

  10. Alejandro

    «Hace falta mucho más que unos cuantos muertos familiares, una huérfana, lloros, llantos, sollozos, gimoteos, viajecitos por Londres, París y Tokyo, y unos cuantos revolcones lésbicos, y purificaciones para que la historia de la protagonista resulta mínimamente interesante durante más de 200 páginas.»

    1. La forma verbal correcta es «resulte», aprende a conjugar. La sintaxis también deberías repasarla, sobran conjunciones y comas: «… viajecitos por Londres, París y Tokyo, unos cuantos revolcones lésbicos y purificaciones para…»

    2. Creo que no has entendido nada, la verdad. Bueno, no debe estar a tu alcance.

  11. Pepe

    Como el de Esquivias y como le pasa también a otra lectora allí, gracias por poner párrafos además de tu opinión, porque aunque sea que no te ha gustado la novela, nos permite preciar por nosotros mismos si nos gusta el estilo. A mí me gusta, igual me lo leo.

    P.D.: es verdad, aunque te moleste (y trates de ocultarlo), deberías escribir mejor tus reseñas, ese punto después de los signos… ya lo he visto en post posteriores a este, cuando ya te lo han dicho, y sigues haciéndolo. Y Alejandro tiene toda la razón. Aceptar los fallos es algo bueno, no te ofendas, si no vas mal teniendo un blog… ¡de literatura!

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