Archivo por meses: mayo 2015

Si Beethoven pudiera escucharme

Si Beethoven pudiera escucharme (Ramon Gener)

Ramon Gener
Now Books
2014
230 páginas

Hay un programa que sigo con gozo semanal. Se trata de This is opera y lo echan en la 2. El responsable del mismo es el exbarítono Ramon Gener (quien lleva al ámbito nacional lo que venía haciendo en la TV3 Catalana con òpera en texans), apasionado de la música, el cual, como buen divulgador (con Leonard Bernstein como modelo) logra que prenda en el espectador, al menos en mi caso, la chispa que te lleve a interesarte por algo, la ópera en esta ocasion. A Ramon le interesa la música, esa es su pasión, principalmente la ópera y sus programas son lo suficientemente mundanos como para hacer que algo, a priori, tan elitista como la ópera nos resulte atractivo para todos aquellos que no la frecuentamos.

El libro de Gener cuenta multitud de anécdotas de los grandes de la música, de Beethoven, Mozart, Verdi, Liszt, etc, al tiempo que Gener nos habla de su vida, de su pasión por la música, y su reciente camino como divulgador, toda vez que entrevió que nunca llegaría a ser un gran barítono.

La lectura que depara este libro de Ramon es similar al goce que deparan sus programas. Además, en el libro no sólo hay música, pues Ramon acierta con la transversalidad y aparecen por ahí los escritores y lecturas que a Gener le han marcado: Goethe, Mann, Wilde, Horacio, etcétera, genios empresariales como como Jobs o Cunningham, líderes como Mandela y nos habla además del esfuerzo, del duende, del valor de compartir, del reconocimiento, de asumir nuestras limitaciones, de la pasión en definitiva, de examinar una vida tanto como de aprovecharla.

Un libro pues perfecto para una tarde primaveral, en la que uno tiene la sensación de que la vida puede ser maravillosa, muy en sintonía con lo que vemos en la epicurea portada.
Sí amigos, la belleza está por todas partes. Basta con estar alerta, con levantar la mirada de la pantalla del móvil o de la tablet.

Y acabar el libro con El Boss y su temazo Thunder Road y esa pareja que deja esa ciudad de perdedores, donde se agostan, para ganar (o intentarlo), es más de lo que mi sensibilidad es capaz de soportar.

Por cierto, creo que Bárcenas se tomó al pie de la letra lo que Puccini estableció a finales del siglo XIX en los reglamentos de su club La bohème.

Ética para Amador de Fernando Savater

Ética para Amador (Fernando Savater 1991)

Este libro publicado por Fernando Savater en 1991 se tradujo luego a 26 idiomas y se comercializó en treinta países, según reza la contraportada. Nada mal para un libro de ética. Ahora que los libros de autoayuda (los «eróticos» también), ocupan más espacio en las librerías que los de filosofía, creo que Fernando lo tendría más complicado para lograr un éxito parejo.

Amador es, en 1991, el hijo adolescente de Fernando y su padre quiere escribirle algo parecido a una carta, este libro, donde le tratará de explicar como buenamente pueda de qué va esto de vivir. No consiguió Wittgenstein con sus libros aniquilar lo demás libros del mundo, ni lo consigue tampoco Fernando con esta Ética. Ya ha dicho Fernando en alguna entrevista que él no ha aportado nada sustancial a la filosofía y se siente más cómodo en el papel de divulgador, dándonos a conocer qué es lo que han dicho los grandes de la filosofía sobre los aspectos que a todos nos desvelan y apasionan.

La ética la centra Fernando en el acto (o para decirlo con Fromm, el arte de vivir), de vivir lo mejor que se pueda, respetando al otro, poniéndonos en su lugar, siendo abiertos de miras, tolerantes, buscando siempre el bien, la virtud, lo bueno, aquello que nos hace sentir bien, más allá de lo establecido por esos marcos jurídicos que penalizan o no ciertos comportamientos nuestros.
La clave está en pensar por nosotros mismos, llegando a la conclusión de que hacemos lo correcto o no, no mediatizados por una norma, por el miedo a una sanción, sino desde el convencimiento de que aquello es lo justo, lo virtuoso, todo ello en la red de relaciones e intereses en la que nos movemos, como seres sociales que somos, nos guste o no.

Su aire antipedagógico, nada moralizante, su sencillez y falta de ambición, su cariz socrático, de preguntar más que el ir dando respuestas de manual, es lo que lo convierte para mí este libro de Fernando en algo valioso.

Acabo con una cita que aparece en el libro, de John Stuart Mill de su libro Sobre la libertad. Ahora que los irlandeses están votando en referendum acerca de si quieren legalizar o no el matrimonio entre personas del mismo sexo, creo que la libertad y el progreso, pasan por ahí: por abrir puertas, o armarios, y despejar mentes y horizontes.

«La única libertad que merece ese nombre es la de buscar nuestro propio bien, por nuestro camino propio, en tanto no privemos a los demás del suyo o les impidamos esforzarse por conseguirlo. Cada uno es el guardián natural de su propia salud, sea física, mental o espiritual. La humanidad sale más gananciosa consintiendo a cada cual vivir a su manera que obligándole a vivir a la manera de los demás».